El cáncer de próstata es el tumor más común en hombres que se desarrolla en la glándula prostática, un órgano que forma parte del sistema reproductor masculino y cuya función principal es la producción del líquido seminal.
Por esto, es importante conocer cómo avanza el cáncer de próstata, sus características y la importancia de detectarlo a tiempo.
Te invito a continuar leyendo esta guía para que comprendas más sobre la evolución de este tipo de tumor y tomes decisiones informadas.
Sistema de estadificación TNM: clasificación del cáncer prostático
El sistema TNM es un método estandarizado para categorizar la afección en función del tamaño del tumor y su grado de diseminación:
- T (tumor primario): evalúa el tamaño y la extensión del tumor dentro o fuera de la próstata.
- N (ganglios linfáticos): indica si el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos cercanos.
- M (metástasis): determina si la enfermedad se ha propagado a órganos distantes, como huesos o pulmones.
Cada uno de estos parámetros tiene subcategorías que permiten clasificar la patología y describen con mayor precisión su grado de extensión.
Etapa 1. Cáncer localizado y de bajo riesgo

En la primera etapa, el tumor está confinado de forma exclusiva a la glándula prostática y es tan pequeño que en general no puede ser detectado mediante un tacto rectal o pruebas de imagen convencionales.
Se suele diagnosticar cuando se realiza una biopsia debido a un aumento del antígeno prostático específico (PSA) en sangre.
Características claves de esta etapa
- El cáncer es microscópico y no se detecta en exámenes físicos.
- No hay diseminación a ganglios linfáticos ni metástasis en otros órganos.
- No hay síntomas evidentes, los pacientes suelen estar asintomáticos.
Opciones de tratamiento
En pacientes de bajo riesgo, se puede optar por monitorear la enfermedad sin tratamiento inmediato.
En otros casos, se indica cirugía o radioterapia en hombres más jóvenes o con factores de riesgo adicionales.
Etapa 2. Tumor detectado pero aún localizado

El cáncer sigue localizado en la próstata, pero ahora ha crecido lo suficiente como para ser identificado mediante un tacto rectal o pruebas de imagen. El tumor puede dividirse en dos subcategorías:
- Etapa 2A: es pequeño e incide sobre una parte de la próstata.
- Etapa 2B: es más grande y puede afectar ambos lóbulos de la glándula prostática.
Posibles síntomas
- Dificultad para orinar o flujo urinario débil.
- Necesidad de ir al baño con mayor frecuencia, sobre todo en la noche.
- Sensación de no vaciar de forma completa la vejiga.
Características claves de esta etapa
- La enfermedad aún no ha invadido tejidos cercanos ni ganglios linfáticos.
- Se pueden considerar diversas opciones de tratamiento, como la cirugía (prostatectomía radical), radioterapia externa o terapia hormonal en algunos casos.
Etapa 3. Cáncer localmente avanzado

En esta fase, el tumor atraviesa la cápsula prostática e invade estructuras cercanas como las vesículas seminales.
Sin embargo, aún no ha alcanzado los ganglios linfáticos ni órganos distantes.
Posibles manifestaciones clínicas
- Dolor al orinar o eyacular.
- Sangre en la orina o el semen.
- Dolor en la región pélvica o en la parte baja de la espalda.
Características claves de esta etapa
- Mayor riesgo de progresión si no se trata a tiempo.
- En general, se recomienda prostatectomía radical robótica o por laparoscopia, radioterapia combinada con terapia hormonal o un conjunto de tratamientos.
Etapa 4. Cáncer metastásico o avanzado
Esta es la fase más compleja del cáncer de próstata, ya que el tumor se ha diseminado más allá de la próstata y ha afectado ganglios linfáticos, huesos u otros órganos, como el hígado o los pulmones.
Se divide en dos subcategorías:
- Etapa 4A: hay extensión de la enfermedad a los ganglios linfáticos cercanos, pero no a otros órganos.
- Etapa 4B: el cáncer hace metástasis en órganos distantes, como huesos, pulmones o hígado.
Posibles signos y síntomas
- Dolor intenso en huesos, sobre todo en la espalda y las caderas.
- Fatiga crónica y debilidad general.
- Pérdida de peso rápida sin razón aparente.
- Dificultades respiratorias si el cáncer se ha extendido a los pulmones.
Características claves de esta etapa
- Los tratamientos pueden mejorar la calidad de vida.
- Se utilizan terapias paliativas, hormonoterapia, quimioterapia y en algunos casos, inmunoterapia o alternativas experimentales según la condición clínica del paciente.
La importancia de la detección temprana

El cáncer prostático puede no presentar síntomas en sus primeros estadios, por lo que es fundamental realizar chequeos médicos periódicos, en especial si se tiene más de 45 años o antes de esa edad si el paciente presenta antecedentes familiares de la enfermedad.
Las principales pruebas que ayudan a detectar esta afección incluyen:
- PSA: un análisis de sangre que mide los niveles de esta proteína producida por la próstata.
- Tacto rectal: permite detectar anomalías en la glándula.
- Biopsia prostática: se realiza si las pruebas anteriores indican una posible presencia de cáncer.
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