¿Qué es y cómo se trata la fimosis?

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Una de las razones por las que se recomienda consultar a médicos urólogos en Guadalajara es la fimosis, un estrechamiento del prepucio que resulta muy doloroso. Esta aparece en hombres no circuncidados y según su grado de gravedad puede ocasionar que tapar el glande completamente y de manera independiente sea difícil y doloroso.

El estrechamiento del prepucio evita un libre movimiento y, aunque generalmente se piensa que sólo ocasiona dolor al mantener relaciones sexuales, también puede generar problemas al asearse. Ello, además de generar dolor e incomodidad, puede causar laceraciones en la piel y formación de cicatrices que empeoran la situación.

La fimosis es una causa de problemas higiénicos por la dificultad para acceder al glande, sanitarios por la reproducción de daños en el prepucio que puede ocasionar infecciones y formación de nuevas cicatrices, así como por el riesgo de que evolucione a parafimosis, que consiste en el estrangulamiento del glande. La fimosis también ocasiona dificultades funcionales porque hace que las actividades sexuales sean dolorosas y dificulta la micción. Otro tipo de problema es de orden psicológico, ya que la fimosis ocasiona perturbaciones en las relaciones sexuales normales que pueden generar inseguridad.

Tipos de fimosis

Los urólogos certificados en Guadalajara han identificado tos tipos de fimosis puede ser congénita o adquirida. La congénita se presenta desde los primeros años de vida con la reducción del prepucio. Si bien, durante los primeros años de vida los niños tienen una fimosis fisiológica con adherencias, por lo regular se supera con el crecimiento o a través de dilataciones no traumáticas en el prepucio y con ejercicios diseñados para darle elasticidad según indique el especialista.

La fimosis adquirida se produce en la edad adulta como resultado de la balanopostitis, una inflamación del prepucio ocasionada por bacterias u hongos que requiere de tratamiento médico. Con frecuencia el tratamiento a la infección produce estrechamiento y una cicatrización que produce los problemas ya mencionados.

La fimosis también puede ser leve o completa. La fimosis leve es la menos grave y permite un deslizamiento parcial del prepucio, por lo que el glande puede destaparse un poco. Estos casos también requieren de un tratamiento para reducir los riesgos de que se desarrolle una parafimosis. Por otro lado, la fimosis completa es el caso más grave e impide destapar el glande a pesar de que el pene esté flácido, lo que dificulta la correcta limpieza del glande, la micción e impide las relaciones sexuales normales.

Síntomas

Los síntomas relacionados con la fimosis incluyen dolor en el pene, dolor al mantener relaciones sexuales, disfunción eréctil, retención urinaria, dolor con la micción, úlceras en la piel y picazón en la uretra. En caso de identificarlos conviene consultar a médicos urólogos en Guadalajara para que realicen una revisión y a partir de un diagnóstico preciso determinen el tipo de tratamiento más adecuado.

La atención médica y seguir las indicaciones de tratamiento es clave para reducir los riesgos de complicaciones. Al tratarse de un problema anatómico, las complicaciones derivadas de la fimosis son patologías que encuentran en esta condición las circunstancias adecuadas para aparecer, como la balanitis, que es inflamación o infección en el glande, postitis, inflamación o infección del prepucio, y balanopostitis, que afecta al glande y la membrana interna del prepucio. Estas enfermedades pueden ser ocasionadas por el estancamiento de orina y esmegma en el pene por la incapacidad para asear correctamente la zona y derivar en calcificaciones dolorosas en el prepucio. Además, los hombres con fimosis muestran mayor tendencia a desarrollar infecciones genitales y cáncer de pene.

Tratamiento

La solución para la fimosis es la circuncisión. El procedimiento consiste en la extirpación quirúrgica del prepucio y aunque es mucho más común en recién nacidos también los adultos que no han sido circuncidados pueden someterse a él para tratarla. La circuncisión ofrece varios beneficios para la salud como una higiene más sencilla un menor riesgo de padecer infecciones urinarias, un menor riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual, prevención de problemas penianos, y un menor riesgo de padecer cáncer de pene.

Es importante considerar que antes de realizarse una circuncisión el médico debe hacer una serie de pruebas que permitan determinar si el paciente es un buen candidato para el procedimiento. En caso de que se presente en trastornos de coagulación en la sangre la circuncisión podría no ser adecuada para lo que se buscaría tratar el problema o buscar otras alternativas para mejorar la flexibilidad del prepucio.

Es importante saber que al igual que cualquier otro procedimiento quirúrgico, la circuncisión implica ciertos riesgos. A pesar de que son bastante raros, es posible que el prepucio se corte demasiado corto o largo, que no cicatrice correctamente o que la parte restante del prepucio vuelva a unirse al extremo del pene, lo que implicaría tener que hacer una reparación quirúrgica posteriormente. Antes de la circuncisión el cirujano urólogo en Guadalajara va a explicarles los riesgos, beneficios del procedimiento e indicaciones de preparación para reducir cualquier tipo de problema.

En adultos, puede realizarse el procedimiento bajo anestesia local y sedación, a diferencia de lo que ocurre con recién nacidos y niños, en que únicamente se inyecta anestesia en la base del pene o una crema anestésica, además de requerir en ocasiones anestesia general. El tiempo de recuperación es variable de una persona otra y depende del estado de salud general. Por lo regular, la recuperación de una circuncisión toma entre siete y diez días y es completamente normal que al inicio se experimente dolor en la punta del pene, enrojecimiento, inflamación o presencia de moretones. También es posible que se observe una pequeña cantidad de líquido de color amarillo que sale de la punta del pene. Es muy importante mantener una higiene adecuada durante la recuperación y cambiar los vendajes de acuerdo con las indicaciones médicas.

Aunque es poco frecuente que se presenten complicaciones, en caso de identificar problemas para orinar, sangrado persistente, es necesario consultar al médico.

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